2. 3 Minorías Sexuales o Grupos de Diversidad Sexual[1]

Partiendo del supuesto de que la masculinidad en nuestra sociedad es algo que debe ser alcanzado por todos los varones, aquellos que no lo logran, como las travestis, son situados en el espacio de lo afeminado. Esta es  la razón por la que ella piensa que las travestis son consideradas en todas las ocasiones como homosexuales, después de todo dirá, un varón afeminado no puede ser heterosexual.

Woodhouse

Cuerpos Desobedientes, Travestismo e Identidad de Género

Fernández, J.,  2004

Parece fundamental antes de comenzar a adentrarse en el travestismo, el realizar una revisión de algunos desarrollos conceptuales en torno a lo que hoy se define como Minorías Sexuales o Grupos de Diversidad Sexual. Esto, ya que es posible apreciar cómo a pesar de que pareciera existir una mayor visibilidad de las personas que participan de estos colectivos, aún es “visto” de manera indistinta, por ejemplo un travesti y un homosexual, siendo posible constatar que de manera frecuente surge la pregunta acerca de la la diferencia entre un travesti y un transexual.

Tanto travestis como homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales, transgéneros, Drag queens, entre otros, se encuentran aunados a una forma diferente de vivir algún aspecto de su sexualidad, con relación a lo que son los valores dominantes. Esto los hace ser reconocidos como Grupos de Minorías Sexuales o Grupos de Diversidad Sexual, hecho que sin embargo no los hace homologables a unos con otros al momento de referirse a ellos.

Por minorías  se entiende a “todos los grupos sociales cuyas experiencias y valores vitales (culturales, políticos, sexuales, etc.) se oponen a los valores dominantes” (Documentos Internacionales Andinos sobre Género y Derechos Humanos, 2004, p.1), pudiendo distinguirse dos subgrupos respecto de las minorías sexuales (Ob. Cit., 2004):

A.- Minorías por Orientación sexual: Formado por gays, lesbianas y bisexuales.

                 B.- Minorías por Identidad de Género: Formado por Travestis, transgéneros y transexuales.

Esta clasificación  tiene como base  la diferenciación realizada entre sexo, identidad de género, papel de género y orientación sexual.  Por sexo se entenderá la separación de los sujetos hecha a partir de su diferencia genital anatómica, que hace que se identifique y categorice a los sujetos como mujer u hombre. La Orientación sexual, aludirá a la relación del sujeto a su objeto de deseo, qué le atrae como pareja sexual, distinguiéndose entre  homosexualidad, heterosexualidad y bisexualidad. En tanto que la identidad de género, señalará el cómo se siente el sujeto respecto de las conductas, valores, atribuciones y estereotipos ligados a  su sexo,  siendo el papel de género la forma en cómo actúa el sujeto, dentro de lo que se podrán realizar dos distinciones, si actúa desde un patrón más ligado a los estereotipos femenino, o masculino.

La forma en cómo cada uno de estos aspectos se vivencian, marcará las diferencias o puntos de encuentro que puedan existir entre cada uno de los  sujetos que se consideran dentro de los grupos de diversidad sexual. Son estos puntos de encuentro los que muchas veces conducen, generalmente por desconocimiento, a la invisibilización y/u omisión de algunos de estos sub – grupos, borrando las diferencias existentes entre cada uno de ellos al realizar una sobre generalización a partir de su coincidencia en algunos de los aspectos antes mencionados, considerando a distintos sujetos como pertenecientes a un mismo colectivo, perpetuando con ello el silenciamiento y marginación de estas realidades.

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[1] Cabe señalar que si bien ambas denominaciones son utilizadas de manera indistinta, la primera de ellas es rechazada por algunos de los miembros de estos grupos, principalmente porque plantean que en ella estarían implicados aspectos de subyugación y discriminación,  rescatando el término diversidad  por cuanto este implicaría el reconocimiento en la diferencia.